21 de octubre de 2012

¿Rendición? Jamás

Y de repente te das cuenta de como has llegado ahí.
Miras atrás y ves que todo es esfuerzo ha valido la pena.
El hecho de que nunca te hayas rendido, al fin y al cabo, te da beneficios.
Una y otra vez, perseguimos nuestros sueños, y si te entregas a fondo de verdad, los consigues.
Si no luchamos por lo que queremos, nadie lo hará por nosotros.
Por que si vale la pena, nunca será fácil.


Att: El humilde escritor.

3 de octubre de 2012

Necesidades

A veces no sabemos distinguir entre necesidad y capricho...
¿Que que es necesario para la vida? Un buen estado de salud, comida, bebida y un sitio donde dormir.
En parte somos egoístas creyendo que por no tener un móvil, coche, o simplemente, el hecho de que a veces no haya agua caliente, no seamos felices del todo.
No tenemos la necesidad de tener cosas caras para poder vivir, pero si que sirven para mejorarla.
Si pensamos un poco mas allá de lo que nos incumbe...gente que con mucho menos de lo que se pueden permitir, hacen más de lo que nos podemos imaginar.
¿Me estás diciendo que no puedes vivir sin caprichos? Por que yo si.



Att: El humilde escritor.

Pensar

Cuando tienes tiempo para pensar, empiezas a comprender muchas cosas. Te das cuenta de las cosas tal y como son en realidad, como no las veías antes. Te das cuenta que hay cosas, detalles insignificantes que te muestran lo que vale una persona, lo que te demuestra día a día. Cuando te das cuenta de estas cosas, aun valoras mucho mas a esa persona de lo que ya lo hacías antes.
Lo malo de esto es, que al igual que te das cuenta de las cosas buenas, te das cuenta de otras cosas que no son tan buenas. Te das cuenta de que hay cosas que son muy tristes, personas falsas que realmente no se merecen que las valores. Por suerte, en algún momento te das cuenta de ello y recapacitas.

Lo realmente bueno de todo esto, es que aunque te des cuenta de las cosas malas o tristes de las personas, seguramente estas cosas no sean de tus amigos, sino de otras personas. Mientras que cuando te des cuenta de las cosas buenas, seguramente todas sean de tus verdaderos amigos, y es en ese momento, donde sonríes y te das cuenta que no cambiarías la verdadera amistad por nada del mundo.